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23.02.2023
Time icon 5 min

¿Qué es el retraso del lenguaje en niños?: Síntomas y cómo tratarlo

Tabla de contenido

Uno de cada veinte niños sufre síntomas de un trastorno del lenguaje. Cuando la causa se desconoce, se denomina trastorno del desarrollo del lenguaje. Los problemas con las habilidades lingüísticas receptivas comienzan generalmente antes de los 4 años de edad.

Un niño con un retraso del habla puede ser capaz de utilizar palabras y frases para expresar sus ideas, pero lo que dice puede resultar difícil de entender, o ser incapaz de combinar dos palabras en una frase.

Adrienne Landry, directora de contenidos educativos de Novakid, nos cuenta cómo ayudar a un niño con retraso en el lenguaje, los síntomas de este trastorno y las principales causas. Continua leyendo. 

¿Qué es el retraso del lenguaje?

El retraso del lenguaje es una afección en la que las capacidades lingüísticas de un niño se desarrollan a un ritmo más lento que las de sus compañeros. 

El retraso del lenguaje es algo distinto del retraso del habla o del «habla tardía» y se refiere a todo el sistema de compartir y recibir información de forma significativa (incluyendo formas verbales, no verbales y escritas), mientras que el del habla sólo incluye la comunicación verbal y la articulación.

En otras palabras, los niños con retraso simple y del lenguaje pueden tener dificultades de comprensión global y del habla que pueden repercutir en sus interacciones y afectar a su vida cotidiana. Pueden utilizar con éxito palabras y frases para expresar ideas, pero estas palabras pueden ser difíciles de entender.

¿Por qué ocurre el retraso en el lenguaje?

Los retrasos en el lenguaje y el habla tienen un origen tanto médico como ambiental (o familiar). Entre los motivos médicos, hay afecciones como la pérdida de audición, la discapacidad intelectual (por ejemplo, dislexia u otras dificultades de aprendizaje), el trastorno del espectro autista, los problemas físicos del habla o el mutismo selectivo. Otros factores de riesgo médicos son el nacimiento prematuro, el bajo peso al nacer y la asfixia al nacer. 

Los factores no médicos pueden incluir el nivel educativo de los padres, tener antecedentes familiares de problemas del habla o del lenguaje, un orden de nacimiento elevado o una familia numerosa. Algunos investigadores también señalan la discordia familiar como posible causa de retraso del lenguaje y el habla. 

Muchos dicen que el bilingüismo puede influir, pero la verdad es que no. Hablar más de una lengua no confunde al niño. Un niño puede tardar más en aprender tantas palabras en la segunda lengua como las que ya ha adquirido en la primera, pero no debería haber ningún retraso significativo como consecuencia de ser bilingüe. 

Al contrario, los hablantes bilingües pueden transferir sus conocimientos entre las dos lenguas, lo que podría favorecer un mayor éxito en la lectura y la expresión oral. 

Signos de alerta: el retraso lingüístico en fases tempranas

Los especialistas no se apresuran a diagnosticar un retraso del habla o del lenguaje antes de que el niño tenga 3 años. Todos los niños son diferentes y es natural que avancen más deprisa en unas áreas que en otras. 

Al valorar y evaluar el desarrollo precoz, lo mejor es tener una visión de conjunto y prestar atención a 3 áreas a la vez:

  • En primer lugar, la motricidad gruesa y fina: la forma en que se mueve el niño, sus expresiones faciales y el lenguaje corporal que utiliza para comunicarse. 
  • En segundo lugar, la cognición: la memoria y la capacidad de atención del niño.
  • En tercer lugar, está el desarrollo artístico-estético: las canciones, los cuentos y los dibujos son la principal ocupación de un niño pequeño.
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Estas tres áreas son componentes esenciales de la comunicación diaria con los niños pequeños. A la edad de 2 años, los miembros de la familia deberían ser capaces de entender aproximadamente el 50% del habla del niño, y el 75% en el caso de los niños de 3 años. El habla de un niño de 4 años suele ser comprensible para la mayoría de los adultos.

Síntomas a revisar si sospechas que tu hijo puede tener un retraso del lenguaje:

A los 12 meses:

  • No presta atención a los sonidos auditivos y no responde cuando se le llama.
  • No hace gestos como saludar o señalar. Poco expresivo.

A los 2 años:

  • Prefiere gesticular a vocalizar.
  • No puede juntar dos palabras y produce poco lenguaje espontáneo. Problemas para aprender las primeras palabras.
  • No sigue instrucciones sencillas cómo «no» o «para».

A los 3 años:

  • Habla con frases más que con oraciones.
  • No le gusta dibujar ni mirar libros.
  • Tartamudea o alarga los sonidos.
  • No construye plurales.

Considere la posibilidad de acudir al pediatra si observa estos signos en el comportamiento de su hijo.

Cómo tratar y superar el retraso del lenguaje

Si crees que tu hijo puede tener retraso en el lenguaje, acude al logopeda para ver qué trastorno específico sufre tu peque. La logopedia puede ayudarte a solucionar tu problema. En general, cuanto más lenguaje e interacción reciba el niño, mejor. El desarrollo del lenguaje depende de la motivación y de ofrecer al niño más oportunidades de hablar a lo largo del día. 

Algunas de las mejores estrategias para impulsar el desarrollo del habla y el lenguaje no requieren herramientas, juguetes, horas, aplicaciones ni dinero adicional. Se aconseja acudir a Te dejamos un vídeo para practicar con tu hijo.

Las estrategias que los padres pueden utilizar para ayudar a sus hijos con retraso del habla implica prestar atención a su propia comunicación con el niño. La forma en que los padres hablan a sus hijos es lo que más influye en su desarrollo del lenguaje.

  • Repetición. El niño necesita estar seguro de la palabra antes de empezar a utilizarla.
  • Ampliar los enunciados. Puede hacerse eco de las expresiones de su hijo haciéndolas propias de un adulto y añadiendoles palabras adicionales.
  • Dar tiempo para responder. Haga una pausa y espere durante la conversación con su hijo. Ralentizar el ritmo de la conversación ayudará al niño a concentrarse mejor.
  • Hacer el tonto. Hacer sonidos divertidos juntos elimina la presión y permite practicar la vocalización.
  • Enseñar las partes del cuerpo.
  • Jugar a buscar objetos (relacionados con el color, la textura o el sonido).
  • Leer. Mirar juntos las ilustraciones, comentarlas y hacer preguntas antes de leer. Observe lo que su hijo encuentra interesante en el libro.
  • Limite el tiempo de pantalla. Ninguna aplicación ni ningún televisor pueden sustituir lo que da interactuar con los padres.

¿Quieres conocer más métodos para trabajar y mejorar el trastorno del lenguaje?

En Novakid nos adaptamos a las necesidades de cada niño y utilizamos técnicas de gamificación para que aprendizaje y diversión vayan de la mano. 

¡Apunta a tu hijo/a a una clase de prueba totalmente gratuita y compruébalo! 

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